¿Cómo Afecta la Inflación en el Cobro y Morosidad?

por 23, Ene, 2023Administración, Blog, Recaudación

Es sabido que la respuesta ante los grandes problemas económicos de nuestro país tiene que ver con la inflación. Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de inflación? ¿Y por qué decimos que afecta al cobro y la morosidad en las instituciones educativas?
En el presente artículo te mostraremos cómo este fenómeno económico afecta a las instituciones educativas y su proceso de gestión de cobranza al ralentizar los ingresos.

¿Cómo afecta la inflación en el cobro y morosidad?

 

Muchas empresas e instituciones educativas argentinas se ven afectadas por el crecimiento del índice inflacionario. Ante la subida de los precios para el consumo local, tanto las instituciones como las familias se ven en dificultades al momento de afrontar sus obligaciones.

Según Economipedia, la inflación se define como el aumento sostenido de los precios de bienes y servicios dentro de una economía específica. Esto significa que la moneda del país pierde valor, ya que es mayor la cantidad de dinero que se precisa para desplegar el consumo.

 

Este fenómeno económico incide fuertemente sobre la gestión de morosidad en las instituciones educativas. En este sentido, existen varias situaciones que ocasionan problemáticas en torno al cobro y aumento de la morosidad en un contexto de alta inflación.

Las causas de la inflación se determinan hoy en día por fenómenos tanto micro como macroeconómicos.

Incidencia de la inflación en el cobro y morosidad

Gestiona la cartera morosa en un contexto inflacionario Licencia CCO. Imagen de wayhomestudio en Freepik.[/caption]

Ahora bien, ¿de qué modo incide la inflación sobre el cobro y la morosidad de las instituciones educativas? A continuación definiremos los contextos de incidencia más comunes.

Demoras en los pagos

 

Los clientes no pueden pagar al día 10 de cada mes pues no cuentan con el dinero para hacerlo. Esto puede deberse a que ellos mismos no han recibido sus sueldos en tiempo y forma o deben priorizar el pago de otros servicios a comienzo de mes.

A causa de la inflación, las instituciones educativas se pueden ver en aprietos y sufrir demoras en el pago de sus impuestos y obligaciones.

Imposibilidad de pagar

 

Ante el crecimiento inflacionario, el dinero ya no alcanza para los gastos que las familias realizan habitualmente. Por lo tanto, muchas de ellas se ven impedidas de solventar la cuota de una institución en tiempo y forma.

Con la expectativa de que la situación mejore no dejan de recibir el servicio, pero van acumulando deudas.

Pérdida de poder adquisitivo

 

El valor establecido para la cuota de la institución educativa se vuelve insuficiente para cubrir sus gastos. En tanto la misma institución debe aumentar los salarios y percibe subas en sus impuestos, debe exigirles más a sus familias que, en ocasiones, no preveían esos aumentos en el corto plazo.

La inflación hace variar los valores de compra-venta a una velocidad que los sueldos no alcanzan a equilibrar. De este modo, coloca en situación de morosidad a las familias.

Aumento de morosidad ya existente

 

La situación ideal no existe, siempre habrá algún nivel de morosidad, pero suele estar controlado y no implica una alerta para los ingresos de la institución.

Ahora bien, un mayor índice inflacionario puede provocar que ciertas deudas se vuelven impagables. Así, una familia podría ingresar en un nivel de mora tal que, finalmente, deba declararse en quiebra.

Morosidad intencional

 

La inflación también genera especulación. Si el dinero pierde su valor y la cuota se mantiene resulta beneficioso, pues se precisa dispensar la misma cantidad de dinero para obtener un servicio cuyo costo en realidad es mayor.

La actualización de las cuotas suele demorarse para no generar disconformidad entre las familias. Estas esperan sus propios aumentos salariales o bien el aumento de los productos de sus comercios para recién afrontar sus obligaciones con las instituciones de las que participan.

Las familias saben que la matrícula es más importante que el plazo de pago. Por tanto, al retrasar el pago la moneda se devalúa, y pueden entender que hay un beneficio en ese accionar.

Para contrarrestarlo, una buena opción es ofrecer alternativas para el pago por adelantado. Los descuentos suelen ser tentadores para este tipo de morosos, y la institución se asegura el precio del servicio educativo al momento de ofrecerlo.

Uso de tarjetas de crédito

 

Ante dificultades para afrontar las cuotas de las instituciones, algunos padres optan por tomar créditos o directamente realizar el pago con tarjetas de crédito. Esta elección genera intereses y la situación económica se agrava, incluso hasta el límite del abandono institucional.

Si la matrícula de las instituciones disminuye, peligra su existencia, pues dependen del servicio que prestan.

Este último aspecto es clave. Es sabido que las ganancias de los colegios e institutos se logra por la cantidad de alumnos, no por el valor elevado de los servicios que prestan.

Rodolfo De Vicenzi, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Institutos de Educación Privada (CAIEP), manifiesta que: “En este momento, la fórmula precio por cantidad (PxQ) es esencial. Lo que más daña a la economía de un colegio es un aula vacía».

¿Qué reflejan las recientes estadísticas acerca del incremento de la morosidad?

Cuando crece la morosidad, son necesarias estrategias de cobranza. Licencia CCO. Imagen de freepik en Freepik.[/caption]

 

A partir de la crisis económica que generó la reciente pandemia por Covid-19 se observó un incremento sostenido de los índices de morosidad en instituciones privadas.

Según el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom), la morosidad alcanza un 60% con deudas de alrededor de $200.000 por familia. A su vez, la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (Adeepra) refleja que la matrícula ha disminuido un 10%.

Esto expresa graves consecuencias para las instituciones educativas:

  • Las familias se ven imposibilitadas para efectuar sus pagos por el freno de la actividad económica, y esto a su vez incrementa la morosidad.
  • Las instituciones se descubren en dificultades para pagar los sueldos de los docentes o afrontar en tiempo y forma otras erogaciones esenciales.
  • Un alto nivel de morosidad impide la inversión educativa, pues con la pérdida del valor adquisitivo el dinero solo alcanza para sobrevivir y afrontar gastos.
  • Las instituciones se ven en la obligación de implementar estrategias para acompañar a las familias y poder disminuir la mora.

Consejos para disminuir la morosidad

Al relacionar morosidad con inflación la institución debe pensar en cómo mejorar su funcionamiento.

¿Qué cosas se pueden hacer para disminuir la morosidad? En primer lugar, incluir un sistema integral de cobranza que acompañe a las familias para que tengan sus cuentas en orden.

En segundo lugar, es oportuno diseñar estrategias de acompañamiento colectivo para favorecer el pago de las cuotas. Por ejemplo, las instituciones educativas pueden facilitar planes de pago que le permitan a las familias visualizar una deuda como pagable.

Otro consejo factible para disminuir la morosidad es tener una comunicación efectiva con las familias para pautar fechas de pago y, de ser necesario, el refinanciamiento de la deuda.

Un vínculo afectivo y de confianza con la comunidad educativa es la clave para las transacciones comerciales favorables. La morosidad disminuye con una comunicación efectiva.

Desde Áulica te proponemos la redacción de un plan de acción contra la morosidad en el que se detallen como perfiles los tipos de morosos de tu institución. Para acceder a información completa sobre esta estrategia no dejes de leer nuestros ebooks, que puedes descargar desde nuestra página web.

Conclusión

La inflación es un fenómeno macroeconómico que afecta al cobro y al nivel de morosidad de las instituciones educativas. Tanto en la capacidad de las familias para afrontar las cuotas como en el poder adquisitivo de la institución para cumplir con sus préstamos bancarios, por ejemplo, incide desfavorablemente.

Si bien puede haber causas internas (como el disgusto de los padres o un plan de cobros desactualizado), es importante considerar los factores externos. La situación económica de las familias y los colegios, así como la macroeconomía, son esenciales.

Prevenir es el primer paso hacia unas decisiones financieras útiles para disminuir la morosidad y gestionar de forma más eficaz tus cobranzas. Desde Aulica te acompañaremos para que puedas disminuir la morosidad de tu institución educativa a pesar de la incertidumbre inflacionaria. ¡Consúltanos!

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