En un mundo cada vez más competitivo y orientado al consumo, la educación financiera de los jóvenes es una preocupación de familias y Estados.

Es que las mejoras en la calidad de vida y las proyecciones de perspectiva de vida a largo plazo obligan a repensar las finanzas en términos de tranquilidad y previsión. ¿De qué manera los jóvenes de hoy van a enfrentar su vida de adultos?

No es una pregunta menor y, por supuesto, tampoco se cierra en una única respuesta. Son tiempos de cambios sociales profundos, por lo cual la escuela debe estar atenta a ellos y acompañar del mejor modo posible.

La educación financiera de los jóvenes se presenta como un desafío de época: recuperar el valor del ahorro con conciencia clara acerca del tiempo de la adultez.

Qué es la Educación Financiera 

Educar financieramente supone conocer la planificación de las deudas y las ganancias con vistas en el futuro. Es decir, asumir el pleno control de la finanzas. No por el hecho de tener más, sino para que el dinero esté al servicio de un proyecto de vida.

El mundo se mueve a través del dinero. Paradójicamente, es uno de los temas que mayor tabú conserva aún cuando socialmente quedan poco prejuicios.

Sin embargo, hablar de dinero, preguntar acerca de las finanzas personales, hacer cálculos y previsiones a futuro no es algo que forme parte del discurso social. De hecho, hay quienes todavía consideran que hablar de dinero envilece a la persona.

El nivel educativo de las personas es un aspecto clave en el manejo de las finanzas personales. educar financieramente se traduce en una mejor y más responsable toma de decisiones.

¿Podemos seguir pensando de ese modo? ¿Es saludable educar a las futuras generaciones en esa mentalidad? ¿Negar el valor del dinero, en particular, y de la economía, en general, en la vida de las personas es posible? Claro que no.

La educación financiera es una clave de ejercicio ciudadano que poco a poco debe formar parte de una educación integral. Es decir, una educación orientada a proveer de habilidades, herramientas y competencias para la construcción de ciudadanía. 

 Cómo Implementar la educación financiera en la secundaria

Si bien la educación financiera (o Finanzas Personales, imaginamos) no existe en la currícula de la Educación Secundaria, puede permear como contenido transversal a través de otros espacios curriculares.

Si hace algunos años las escuelas tenían asignaturas como labores prácticas, puericultura o economía del hogar. Incluso, más cerca en el tiempo, se incorporaron espacios como el de Tecnología para dar cabida a los cambios vertiginosos que ocurrían en la sociedad, ¿por qué no podría suceder lo mismo con la educación financiera?

A fin de cuentas, y como ya señalamos, el dinero es de vital importancia en todo el mundo y los jóvenes deben aprender a lidiar con ello. Por caso, en ese sentido, el primer entrenamiento debería estar puesto en la educación continua.

En una época dominada por la economía del conocimiento, la mejor y mayor apuesta por las finanzas personales debe estar puesta en una educación de calidad, que no solo enseñe a aprender, sino que además se oriente a reciclarse y adaptarse a los cambios, tanto como haga falta.

¿Cuántos jóvenes deciden no ir a la universidad o no continuar la formación profesional porque creen que un trabajo inicial —con un salario abultado para esos años de juventud— es suficiente? Allí está el primer error.

Un trabajo poco cualificado no podrá tener nunca crecimiento en materia de salario. Vale decir que ese joven de hoy crecerá, pero si no acompaña el crecimiento cronológico  con una sabia administración financiera sus ingresos permanecerán estancados.

Creación de una materia para el tema 

Ahora bien, ¿es posible pensar en la creación de un espacio curricular específico para el tema? Cierto es que muchas escuelas, sobre todo aquellas orientadas a la gestión de las organizaciones, ya cuentan con espacios como economía o matemática financiera.

Sin embargo, no parece ser suficiente. Algunas experiencias en países de Europa del Norte dan cuenta de un espacio curricular específico para las finanzas personales con muy buenos resultados. Apuestan a estrategias de simulación y trabajo con casos prácticos, por ejemplo.

Incluso, muchas plataformas, ONG y bancos, en su estrategia de responsabilidad social empresaria, ofrecen formación en finanzas a mujeres y emprendedores.

¿Por qué no incluir esta formación en la currícula escolar? A fin de cuentas, es parte de la vida en sociedad y una apuesta hacia el futuro común.

Implementación del tópico en otras materias 

Antes de que la educación financiera se incluya en el currículo oficial, es posible ofrecer el contenido de manera transversal a todos los espacios curriculares. De hecho, es probable que el primer desafío en ese sentido sea perder el miedo a hablar de dinero.

Preguntarse acerca del valor relativo de bienes y servicios, ponderar el costo beneficio de las distintas alternativas de inversión, reconocer una compra a crédito como la adquisición de una deuda (es decir, un compromiso de pago que luego habrá que honrar): son algunos de los aspectos que los jóvenes deben conocer antes de llegar a la vida adulta.

• ¿Qué es la macroeconomía y cómo impacta en las finanzas personales?
• ¿De qué modo se puede ahorrar para planificar el futuro?
• ¿Cuáles son las mejores estrategias de inversión, incluso con ingresos acotados?
• ¿Qué pasa con la inflación? ¿De qué manera ha cambiado el modo de entender las finanzas personales?

Estas y otras preguntas pueden trabajarse con los estudiantes de educación Secundaria, ahondando en contenidos y complejidad de respuestas conforme la edad.

La educación financiera se ha vuelto una preocupación para muchos Gobiernos: el aumento de la esperanza de vida obliga a replantear los sistemas jubilatorios y de seguridad social.

A fin de cuentas, la educación financiera debe pensarse como una competencia, una habilidad más para la vida en sociedad. Por lo cual, ya sea como contenido disciplinar o como contenido transversal hay una responsabilidad que poco a poco comienza a recalar en la escuela.

Cómo ha comenzado a implementarse la educación financiera en las aulas Argentinas

Así las cosas, y a instancia de un informe presentado por IEF donde Argentina figura 36 sobre 39 países encuestados acerca de formación financiera, en la legislatura porteña se ha presentado un proyecto que intenta dar respuesta a un tema por demás preocupante.

El mismo estudio señala que apenas el 33% de la población tiene conocimientos altos sobre finanzas y solo un 10% de la población total planifica un presupuesto personal de manera consolidada.

En ese sentido, formar en educación financiera no solo apuesta a la economía personal, sino que es un modo de construcción ciudadana con un entendimiento más amplio de la economía y el desarrollo sostenible.

Si bien no hay nada concreto aún y la iniciativa es por demás local e incipiente pone sobre el tapete una discusión de fondo y una demanda social: educar en finanzas es parte de la formación integral de las personas.

Conclusión

Sin duda, alejar el tabú social acerca de las cuestiones de dinero y finanzas personales es parte del desafío que enfrentamos como sociedad. Camino a ello estamos cuando desde la escuela se empieza a pensar en las finanzas personales como un espacio más.

Se trata de dotar a los jóvenes de habilidades y competencias requeridas en el mundo actual. En ese sentido, la educación financiera se presenta como un desafío a futuro. A fin de cuentas, el mundo se mueve con dinero. La pregunta parece ser, entonces, cuán informado queremos estar acerca de ese engranaje sustancial.

Si te ha gustado este artículo, quizás te interese: 

Big Data en la Educación: ¿Cómo Aprovechar la Analitica de Datos en la Escuela?

Inteligencia Artificial en la Educación: Una Tendencia que Marca el Camino al Futuro

Educación Tecnológica: Desafíos y Nuevas Oportunidades en Escuelas Tradicionales

Educación Montessori: Cómo Aprovechar y Aplicar este Método en Colegios de Educación Tradicional

Grooming: Qué es y Cuál es el Rol de la Escuela y los Educadores en Tiempos de Educación Virtual