Habilidades Blandas para Garantizar el Éxito Laboral

por 22, Ago, 2022Blog, Comunidad

Las habilidades blandas surgen en el ámbito laboral como concepto en oposición al de habilidades duras. La irrupción del concepto tuvo que ver con un cambio de paradigma en las relaciones y necesidades de las empresas e instituciones.

Hoy en día, no basta con tener conocimientos profesionales para ejercer un rol profesional y laboral exitoso. Todo lo contrario, son necesarias habilidades blandas para saber explotar ese bagaje con el que uno cuenta.

Tales habilidades durante mucho tiempo se pensaban de “sentido común”, ya que todo ser humano las poseía naturalmente. Hoy sabemos que no es así… de hecho, se aprenden, se construyen, se mejoran y son prioritarias para garantizar el éxito laboral y profesional de las personas.

¿Qué son las habilidades blandas?

 

Según el Dr. en psicología Javier Vidal Soldevilla, las habilidades blandas son cualidades personales relacionadas con la inteligencia emocional y social, que se potencian y acrecientan con las interacciones sociales de las que participemos.

Con el final de la Guerra Fría, a finales de los 90, el mundo laboral comenzó a detectar la necesidad de considerar al trabajador en su humanidad, pues las habilidades duras ya no eran suficientes.

Repetir de forma mecánica la misma tarea, un cuerpo de conocimientos profesionales estrechamente ajustados con un objetivo predeterminado, expectativas básicas, la mera resolución de problemas. Son algunas de ellas las habilidades duras que ya no satisfacían las demandas del mercado mundial.

Por ello, la combinación de estas con habilidades blandas, soft o suaves, se reconoce como beneficiosa para el entorno laboral, porque permiten establecer relaciones sólidas y propuestas innovadoras ante la gran oferta de un mercado laboral exigente, altamente competitivo y cada vez más demandante de creatividad.

Habilidades blandas más destacadas

 

Entre las habilidades blandas, hay 7 que se reconocen como las más destacadas y su desarrollo puede aportar a pensar la forma de llevar adelante una institución educativa o cualquier organización con equipos motivados y un tipo de liderazgo positivo y ágil:

  1. Liderazgo e influencia social.
  2. Pensamiento crítico.
  3. Pensamiento analítico e innovador.
  4. Aprendizaje activo.
  5. Resolución de problemas.
  6. Creatividad e iniciativa.
  7. Resiliencia.

A continuación, desarrollaremos de qué trata cada una y cómo se pueden utilizar para garantizar el éxito laboral, pero además una gestión exitosa.

Liderazgo e influencia social

Liderazgo como habilidad blanda Foto de Kampus Production en Pexels.com. Licencia CCO.[/caption]

 

Esta habilidad blanda consiste en poseer capacidades para dirigir equipos, contar con un carisma que logre motivar a otros y poder influenciar positivamente para otorgar confianza al realizar las tareas.

De ser necesario, un buen líder debe poder redireccionar el curso de las acciones para llegar a buen puerto. Sobre todo, se busca superar el modelo de solo recibir órdenes y obedecerlas, el mundo actual cada vez menos se maneja con parámetros tradicionales heredados.

El perfil de un liderazgo efectivo hace que todas las personas, independientemente de la responsabilidad que le corresponda, se sientan integrantes del proyecto institucional, aspiran a ser promovidas y se sienten capaces y respaldadas para tomar decisiones importantes.

Pensamiento crítico

 

Con pensamiento crítico se hace referencia a la habilidad de visualizar las distintas variables de una situación. Es decir, nos referimos a la capacidad de poder observar un problema en su complejidad, deconstruirlo y, a través de ello, encontrar el mejor camino para solucionarlo.

La mirada crítica permite un perfil laboral proactivo, no mecánico, con iniciativa. Por eso, esta capacidad se emparenta con otras habilidades. Claramente un buen líder es aquel que tiene un pensamiento crítico, en positivo o negativo, hacia su equipo de trabajo y su propio desempeño.

Para el éxito laboral, reconocer que se está haciendo bien y qué se puede mejorar, dónde se encuentran los desafíos y los aciertos laborales, es la habilidad que puede guiar los próximos objetivos y metas a cumplir.

Pensamiento analítico e innovador

 

El pensamiento analítico e innovador es una habilidad blanda que no se limita al ámbito laboral, pero en este puede perfeccionarse. Se refiere a la capacidad de análisis, es decir, la de interpretación de la realidad.

Luego de este primer momento, viene el segundo que es darle una solución innovadora a la situación problemática que se plantea. Con esto se refiere a proponer alternativas antes que imaginar que a un problema corresponde una única solución.

Las habilidades blandas mejoran el perfil laboral al combinarse con las habilidades duras dando más flexibilidad de acción a los empleados.

Salirse de los caminos comunes no es fácil, pero es una habilidad que se entrena y un tipo de pensamiento que se aprende. Existen muchas estrategias de pensamiento creativo que complementan el perfil profesional hoy en día.

Aprendizaje activo

 

Esta habilidad comprende varias cuestiones. Por ejemplo, reclama seguir siendo curioso ante el conocimiento. Luego, incentiva a conocer qué se puede hacer con ese bagaje de saberes que se incorporan.

Cuenta como una habilidad blanda tener un pensamiento proactivo que se caracterice por la iniciativa y la innovación laboral.

El aprendizaje activo se refiere a internalizar los contenidos de manera activa, con significado y utilidad para el rol que toca cumplir en el ámbito laboral.

Estar en continuo aprendizaje y actualización ofrece también un perfil renovado para lo que se busca en el mercado laboral, más aún con este crecimiento exponencial que vive el mundo actual a partir de las nuevas tecnologías.

Resolución de problemas

 

La resolución de problemas es una habilidad blanda que se refiere a afrontar la realidad desde una perspectiva activa y desafiante. La actividad laboral no es repetir de manera mecánica una tarea específica y el mundo no es una cuestión estanca que no puede mejorarse.

Por ello, esta capacidad trata de pensar la vida como problemas a resolver con diversidad de soluciones posibles. La resolución de problemas propone que por distintos caminos se llegue a los objetivos pensados. Es una nueva forma de mirar el mundo.

Para el éxito laboral es preciso contar con la habilidad blanda de resolución de problemas, lo cual implica mirar a largo plazo, planificar y trabajar de forma colaborativa.

Todo esto aporta a un perfil laboral diferente que garantiza mayor seguridad al realizar las actividades laborales. A su vez, permite una perspectiva positiva para concretar metas y construir relaciones más sólidas en los proyectos colectivos.

Creatividad e iniciativa

Creatividad como habilidad blanda Foto de rawpixel.com en www.freepik.es. Licencia CCO.[/caption]

 

Estas habilidades están emparentadas con el pensamiento analítico e innovador. Con creatividad e iniciativa se refiere a poder comenzar acciones, ser disparadores de respuestas nuevas a problemas viejos, salir de la zona de confort para ampliar la mirada y la capacidad de respuesta..

La iniciativa suele ser una voz que se escucha dentro del grupo de trabajo en relación con mejoras, descubrimiento de talentos, acciones proactivas frente a las tareas más mecánicas y repetitivas.

Desde la creatividad se debe permitir la experimentación en el entorno laboral, un rasgo no tan común en algunos espacios de trabajo más tradicionalistas.

La mirada desde las habilidades duras implica, en gran medida, el cumplimiento de unas responsabilidades ajustadas y predeterminadas. Incluso, por años en las organizaciones se entendió que no había margen de resolución ante situaciones que se presentaban como diferentes a la rutina.

En esas mismas circunstancias, los perfiles con habilidades blandas toman la iniciativa y son capaces de planificar a largo plazo sin miedo a lo contingente o los imprevistos.

Resiliencia

 

Ante las tensiones del mundo laboral actual, es necesario contar con la habilidad de resiliencia. Con esta los especialistas se refieren a la capacidad de afrontar las adversidades y resurgir de ellas con fortaleza y nueva capacidad de adaptación.

Mientras más tranquilo, centrado y concentrado uno se encuentre en una situación problemática o de tensión en el ámbito laboral, más frescas pueden ser las ideas para solucionarlo.

Ser resiliente permite concentrarse en el trabajo a pesar de los problemas hogareños, por ejemplo. Además, mantenerse atento y predispuesto, da confianza al equipo de trabajo y solidifica vínculos.

Esta estabilidad emocional se ha encontrado positiva para el desenvolvimiento de las actividades laborales.

Beneficios laborales de desarrollar habilidades blandas

 

Sistematizamos 4 beneficios:

  1. Relaciones interpersonales efectivas.
  2. Trabajo colaborativo.
  3. Identidad laboral significativa.
  4. Perfil competitivo en el mercado laboral.

Las habilidades blandas permiten relaciones interpersonales efectivas. Con estabilidad emocional y social, los intercambios entre las personas con las que se trabaja se dan de manera más empática y asertiva.

Estas habilidades no solo favorecen el desenvolvimiento individual, sino también grupal. Hoy en día cada vez es más frecuente trabajar en equipos de trabajo. Y no hay duda acerca de cuánto el trabajo colaborativo se enriquece a partir de las soft skills.

A partir de un entorno emocional positivo y relaciones más sólidas, los trabajadores se sienten parte de proyectos laborales y le dan sentido a su tarea diaria. Pueden proyectarse a mediano y largo plazo.

Las habilidades blandas traen soluciones creativas e innovadoras, es decir, rejuvenecen las propuestas de las organizaciones.

Conclusión

 

En este artículo desarrollamos las características de 7 habilidades blandas: liderazgo e influencia social, pensamiento crítico, pensamiento analítico e innovador, aprendizaje activo, resolución de problemas, creatividad e iniciativa, resiliencia.

Nos ocupamos de ellas en relación con 4 beneficios para las organizaciones: relaciones interpersonales efectivas, trabajo colaborativo, identidad laboral significativa y perfil competitivo en el mercado laboral.

Lo que nunca se debe perder de vista, finalmente es que las habilidades no son un constructo inmodificable, por el contrario son pasibles de ser desarrolladas, es decir, de aprendidas, hasta ser incorporadas en el día a día de manera inconsciente.

Si se realiza un proceso consciente, se las entrena y se profundiza en ella desde la especialidad de algunas ciencias, como la psicología y la educación emocional, su potencial de acción es amplísimo.

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1 Comentario

  1. Miriam Gallardo

    Excelente contenido. Pará mí, que hace poco que estoy como Representante Legal, todos los aportes son enriquecedores para quienes queremos llevar adelante una gestión humanizadora.

    Responder

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