La vuelta a clases en Argentina implica una serie de desafíos que deberán ser enfrentados en conjunto, tanto por las autoridades gubernamentales, como por colegios y toda la comunidad educativa, con vistas a que el proceso se realice de forma segura.

De acuerdo con UNICEF Argentina, más de 10 millones y medio de estudiantes de distintos niveles se vieron afectados por la pandemia. Entonces, ¿cuáles son las consideraciones para recibir nuevamente a esta población en las aulas?

La vuelta a clases implica desafíos inéditos para las autoridades, colegios, alumnos y tutores.

El Rol de los Equipos de Conducción en la Vuelta a Clases

Una óptima gestión educativa será clave para la vuelta a clases. No solo directivos y docentes tendrán un rol importante; la comunidad educativa en general: no docentes, estudiantes y familias, serán clave para garantizar las mejores condiciones.

Este trabajo mancomunado permitirá diseñar un plan adaptado a las necesidades y características del colegio, en la que cada equipo o sector involucrado tendrá un papel activo para conseguir un retorno seguro a las aulas.

4 Desafíos que Presenta la Pandemia y Líneas de Acción Claves para la Vuelta a Clases Presenciales

La pandemia ha tenido sus particularidades en cada una de sus etapas. Al inicio, fue resguardar a la comunidad con el distanciamiento social, para luego establecer una estructura de educación a distancia. Ahora, con la vuelta a clases, los desafíos son otros.

Pensando en este proceso tan complejo, la propia UNICEF Argentina ha publicado cuadernillos informativos, en los que analiza la situación y brinda algunas líneas de acción para la vuelta a clases.

Es importante que para la vuelta a clases se tomen medidas que garanticen un colegio seguro, pero también, considerar las implicaciones psicológicas y emocionales durante esta etapa de readaptación.

Reconstrucción de la Institución Escolar como Lugar Seguro

A pesar de las flexibilizaciones, el virus de COVID-19 sigue presente y hay riesgo de contagio, de no tomarse las medidas preventivas necesarias. Es por ello que el primer paso para la vuelta a clases es garantizar que la sede del colegio cumpla con las disposiciones sanitarias vigentes.

Entonces, es importante conocer todos los lineamientos oficiales sobre la reapertura de escuelas, incluidas las medidas de prevención y seguridad, y estar atentos a cualquier cambio o nuevas recomendaciones.

Para fortalecer esta línea de acción se deben definir nuevas rutinas en el colegio: toma de temperatura al inicio de la jornada; uso de materiales de protección como barbijos, guantes, y alcohol en gel; evitar compartir útiles y otras herramientas.

Limpieza constante de los espacios comunes; mantener pupitres y escritorios a una distancia apropiada, entre otros.

En algunas de las provincias que ya han iniciado la vuelta a clases se decidió evitar aglomeraciones en los actos cívicos, como el izamiento de bandera.

Apenas un par de alumnos y un profesor cumplen con este ritual. Asimismo, se acordó la entrega de kits de limpieza personales y la promoción del lavado de manos.

El Reencuentro de la Comunidad Educativa

La vuelta a clases será atípica respecto a años anteriores. Es por ello que en este momento es importante que la comunidad educativa se mantenga en constante comunicación sobre cómo será ese reencuentro en las aulas.

El colegio debe informar de manera pertinente y clara, tanto a maestros, personal, tutores y alumnos sobre su plan de acción, medidas de prevención y cualquier aspecto relacionado con los protocolos y el plan de seguridad.

En esta primera etapa es de suma importancia estar consciente de toda esta información, para cumplirla a rajatabla y evitar situaciones de riesgo.

Resignificación de los Contenidos y Aprendizaje Obtenidos durante el Confinamiento

Diversos informes han reflejado que el distanciamiento social y este período de crisis han tenido un impacto emocional y psicológico. Es natural que algunas familias se encuentren renuentes a la vuelta a clases, por sentirse amenazadas o con miedo.

En este sentido, es importante que las medidas también incluyan espacios para reflexionar sobre los meses de confinamiento, en general, y acerca de la pandemia, en particular: cómo se han vivido, qué expectativas o emociones tiene la comunidad, entre otros.

No hay dudas de que adaptarse a la “nueva normalidad” supone retos que van más allá de lo físico.

Potenciar la relación entre la escuela y su comunidad

Son muchas las dudas que genera la vuelta a clases ahora. Sin embargo, también se presenta como una oportunidad para acercar al colegio con su comunidad, como la base para garantizar que el retorno sea seguro para todos.

La comunicación es el pilar en estos momentos, de forma que cada actor involucrado esté consciente del plan del colegio y pueda seguirlo; pero también para que cada uno desde su experiencia y sus necesidades pueda ayudar a robustecerlo.

La comunicación en la comunidad educativa será la clave para una vuelta a clases más segura: todos deben conocer el plan y las medidas tomadas para garantizar un buen retorno.

Volver a las aulas: algunos casos

Con autorización de la Nación, en algunas provincias han armado planes para el retorno a las aulas. Cada gobierno provincial define la forma más acorde y las prioridades para poder hacerlo, considerando por supuesto la situación epidemiológica que los atraviesa.

La vuelta a clases es voluntaria, es decir, que cada provincia decide si es conveniente o no. También suelen ser prioritarios los alumnos de los últimos años aunque varía caso a caso y aquellos que no han tenido posibilidades de acceso a la educación por falta de recursos (por ejemplo, alumnos de escuelas rurales).

Conclusión

La vuelta a clases trae consigo nuevos desafíos para los colegios y autoridades educativas que requieren definir líneas de acción claras. En este sentido, involucrar al resto de la comunidad educativa es clave para garantizar el cumplimiento de todas las medidas tomadas.

Más allá de las medidas de prevención y seguridad en la sede del colegio, existen otros aspectos a tomar en cuenta en los planes, tales como la parte emocional y psicológica, que pueden verse afectada tanto en los docentes y demás personal escolar, en los estudiantes y sus familias.

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